La nueva variante NB.1.8.1, originada en Asia, ya circula en más de 20 países. Según la OMS, es más contagiosa y podría resistir parcialmente la inmunidad existente.
Una nueva variante del Covid-19, identificada como NB.1.8.1, ha comenzado a expandirse con rapidez desde Asia hacia otros continentes. Esto está generando preocupación entre expertos y autoridades sanitarias. Clasificada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una “variante bajo vigilancia”, este sublinaje de Ómicron ya se ha detectado en 22 países, incluidos Estados Unidos y Australia.
De acuerdo con los primeros análisis, NB.1.8.1 no provoca una enfermedad más grave que otras variantes. Sin embargo, sí muestra una capacidad de transmisión considerablemente mayor. La OMS advirtió que “los datos actuales no indican una mayor gravedad. A pesar de eso, el aumento simultáneo de contagios y hospitalizaciones en algunas regiones justifica su monitoreo constante”.
Según la viróloga Lara Herrero, investigadora de la Universidad Griffith en Australia, esta nueva variante es recombinante. Es decir, es resultado de la mezcla genética de otras variantes previas. En declaraciones a The Conversation, Herrero explicó que “NB.1.8.1 presenta mutaciones en la proteína de la espícula. Esto incrementa su capacidad de unirse al receptor humano ACE2 y facilita la infección celular”.
Estudios preliminares señalan que esta variante tiene una afinidad de unión más fuerte con el receptor ACE2 que otras cepas recientes. Esto incrementa su potencial de propagación. Además, los ensayos indican que los anticuerpos generados por vacunas o infecciones previas neutralizan con menor eficacia a NB.1.8.1. La respuesta es aproximadamente 1,5 veces más baja que frente a otras variantes como LP.8.1.1.
Herrero sostuvo que estos hallazgos podrían explicar “por qué esta variante se está diseminando con tanta velocidad y eludiendo parcialmente la inmunidad adquirida”.
Pese a las diferencias en contagiosidad, los síntomas de NB.1.8.1 son similares a los de cepas anteriores: dolor de garganta, fiebre, fatiga, tos leve, congestión nasal y, en algunos casos, trastornos gastrointestinales. Hasta ahora, no se han registrado cuadros más severos asociados específicamente a esta variante.
Las autoridades sanitarias internacionales mantienen una vigilancia activa. Además, recomiendan reforzar las medidas de prevención, incluyendo vacunación al día, uso de mascarilla en espacios de riesgo y evitar la desinformación en redes sociales.