Fundación Las Rosas advierte sobre los riesgos del invierno para las personas mayores e impulsa una campaña solidaria para mantener su bienestar.
Con la llegada de las bajas temperaturas y las lluvias, Fundación Las Rosas emitió un llamado urgente a proteger la salud de las personas mayores. Se enfocan en tres pilares fundamentales: temperatura corporal, alimentación adecuada y vacunación al día.
“Mantener la temperatura corporal, vacunarse y una alimentación sana son clave para pasar este frío invierno”, advirtió Álvaro Catanzaro, jefe de Rehabilitación y Funcionalidad de la institución. El especialista explicó que los adultos mayores son más vulnerables al frío por su menor masa muscular y grasa corporal. Esto aumenta el riesgo de enfermedades si no se toman precauciones.
Según Catanzaro, se deben evitar cambios bruscos de temperatura. Esto es especialmente importante en quienes tienen condiciones crónicas como diabetes, hipertensión, artritis o demencias. Además, destacó que una alimentación caliente e hidratante puede marcar la diferencia. “Las sopas tipo cazuela, carbonada o de verduras son excelentes, y también se debe asegurar el consumo de agua, aunque sea tibia”.
En sus 28 hogares distribuidos a lo largo del país, la fundación implementa medidas para proteger del frío a más de 2.200 residentes mayores. Tatiana Viveros, directora de Desarrollo de Fundación Las Rosas, señaló que “durante el invierno, la calefacción en los hogares tiene un costo que supera los $700 millones. No es un lujo, es una necesidad básica. Ninguna persona debería pasar frío en su vejez”.
Por esta razón, la institución lanzó su campaña de invierno “Ayúdanos a darles el calor humano que necesitan”. La campaña busca reunir fondos para mantener a sus residentes en condiciones dignas y cálidas, tanto física como emocionalmente. Los aportes pueden realizarse a través del sitio web www.fundacionlasrosas.cl.
Además del apoyo económico, la fundación entregó consejos útiles para el cuidado de adultos mayores en invierno. Estos incluyen visitar a las personas que viven solas, evitar riesgos de caídas, fomentar actividades con propósito y asegurar un buen abrigo, especialmente en cabeza, pies y torso.