Recolectar hongos y plantas silvestres sin el conocimiento adecuado puede ser peligroso. Una nutricionista de la UTalca advierte sobre los riesgos de intoxicaciones y recomienda métodos seguros de identificación.
El interés por recolectar alimentos silvestres ha aumentado, especialmente tras las lluvias, cuando proliferan hongos y plantas comestibles. Sin embargo, el desconocimiento sobre su identificación y los peligros asociados pueden tener consecuencias graves.
La académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad de Talca, Monserrat Morales, enfatizó que una de las mayores amenazas radica en los hongos del género Amanita, conocidos por sus amanitoxinas, capaces de provocar necrosis hepática fulminante. “Los síntomas pueden tardar en aparecer, dando una falsa sensación de seguridad”, explicó.
Además, destacó que el riesgo no se limita solo a la toxicidad propia de algunas especies, sino que factores ambientales también pueden afectar la seguridad de los hongos. “Pueden absorber contaminantes del suelo, como herbicidas e insecticidas, o deteriorarse y contener bacterias o mohos dañinos”, señaló.
El problema se agrava cuando se confunden especies similares, lo que ha sido una de las principales causas de intoxicaciones severas. Por ello, la experta recomienda consultar guías de campo especializadas y buscar orientación profesional.
Consejos para una recolección segura
Para minimizar riesgos, Morales sugiere:
- No consumir hongos sin una identificación segura y confiable.
- Evitar aquellos que estén sobremaduros o deteriorados.
- Consultar siempre fuentes especializadas.
- Ser precavido con la ingesta de plantas silvestres, comenzando con porciones pequeñas y evitando la mezcla de especies en una misma preparación.
Finalmente, la especialista recuerda que una identificación errónea puede derivar en cuadros clínicos graves, incluyendo micetismos, que generan síntomas desde trastornos digestivos hasta daños hepáticos y renales severos.