Paula Barrios Goio. Premio Mujeres que Inspiran 2024. Socia de Bcorp Spa. empresa de asesoría financiera. Speaker de talleres de educación financiera para emprendedores y Fundadora del Podcast Liderarte, el arte de elegir tu vida. Co Founder y Directora de la Corporación Impulsa Vichuquén, Metropolitan Chair Financial Empowerment G100.
Hace un tiempo leí una frase que me hizo detenerme, Hace unas semanas escribí un post en LinkedIn y fue tanto el impacto de este contenido, que decidí conversar mas en profundidad acerca de esto… y todo comenzó con una frase que leí y me hizo sentido de inmediato:
“Tu primer LO QUE SEA será malo… pero no puedes llegar al número 100 sin hacer el primero. Así que deja el ego de lado, y comienza.”
Me paso que, al leerla, no pude evitar recordar un momento muy particular de mi historia. Uno de esos que se sienten como un salto al vacío.
Fui invitada por Carmen Gloria Arroyo a su programa de televisión para hablar sobre tarjetas de crédito, un tema que conozco bien y con el que he trabajado por años en la educación financiera. En teoría, nada nuevo para mí. Pero en la práctica… otra historia.
Estaba tan nerviosa que sentía que el corazón se me salía por la boca. Transpiraba, tartamudeaba y por momentos, ni siquiera escuchaba lo que decía. No era una cámara, eran varias. No era una conversación íntima, era Televisión Nacional. Y yo ahí, expuesta, vulnerable, con el miedo a equivocarme haciéndome cosquillas en la nuca.
Al ver la entrevista al aire, no me sentí orgullosa. Me miré con dureza: noté cada error, cada pausa incómoda, cada gesto inseguro. Y mi mente fue implacable ya que pensé de inmediato: “¿Por qué acepté? ¿Qué creí que podía aportar?”.
Pero con el tiempo, entendí algo poderoso: lo importante no fue que lo hiciera perfecto. Lo importante fue que lo hice.
Sin experiencia, con miedo, llena de dudas… me atreví. Y por eso hoy me aplaudo y me celebro a mi misma.
Ese primer paso —tembloroso, sudoroso y lleno de inseguridades— fue el inicio de todo: cápsulas de educación financiera, entrevistas en radio, programas para diarios, talleres, conversatorios, podcast… Hoy no estoy ni cerca a ser experta frente a las cámaras, pero ya no tiemblo. El miedo ya no se apodera de mí. Hoy hablo con más seguridad, y, sobre todo, con más cariño hacia esa versión de mí que, aun sintiéndose menos, se animó igual.
Y ese es el mensaje que quiero dejar en esta columna. Porque en estos años, he acompañado a cientos de emprendedoras y emprendedores del Maule y otras regiones, que están llenos de ideas, de talento, de propósito… pero que muchas veces no se atreven a dar el primer paso. Esperan “el momento perfecto”, “estar listos”, “tener más tiempo”, “sentirse con más confianza”.
Y la verdad es que ese momento casi nunca llega. Recuerda esto, la perfección paraliza, mientras que la acción transforma.
No necesitas tener todo claro. No necesitas ser experta ni tener un estudio profesional. No necesitas sentirte 100% preparada. Lo único que necesitas… es empezar.
Porque nunca vas a llegar al intento número 100 si no haces antes el número 1. Equivocarse es parte del proceso.
Quédate con este mantra que me ha servido muchísimo: Caerse, ajustarse, aprender y repetir.
Por eso, si estás leyendo esto y tienes una idea guardada, un proyecto esperando, una pasión que sueñas con compartir… este es tu empujón: hazlo. Como una gran amiga me dice a cada rato: “Paula, primero el QUE y luego el COMO, pero hazlo”.
Yo empecé temblando, y sigo aprendiendo. Pero si no hubiera dicho que sí a esa primera vez, jamás habría llegado al número cien.
Y si yo pude, tú también puedes.