Desde este domingo entra en vigor una nueva ley que prohíbe fumar en espacios públicos al aire libre, como playas, parques y paradas de buses en Francia.
A contar del domingo recién pasado, Francia implementó una prohibición nacional de fumar en espacios públicos al aire libre, como playas, plazas, paradas de transporte y accesos a centros escolares. La medida forma parte de una estrategia de salud pública impulsada por el gobierno. El objetivo es reducir el consumo de tabaco y proteger especialmente a la infancia.
La directora de la Alianza francesa Contra el Tabaco (ACT), Marion Catellin, explicó que “el objetivo es avanzar hacia una generación sin humo y conseguir que el tabaco realmente desaparezca de manera progresiva de nuestra sociedad”.
El plan cuenta con amplio respaldo ciudadano: 7 de cada 10 franceses están de acuerdo con la medida, según encuestas oficiales. A pesar de su alcance, la normativa no incluye las terrazas de bares ni el uso de cigarrillos electrónicos. Esto ha generado opiniones divididas entre algunos sectores.
Durante una etapa inicial de carácter educativo, no se aplicarán multas. El gobierno definió este periodo como una fase “pedagógica”, antes de establecer sanciones que podrían alcanzar los 135 euros por infracción.
Según datos del Ministerio de Salud francés, el tabaco provoca 75.000 muertes al año en el país. De ellas, entre 3.000 y 5.000 corresponden a personas expuestas al humo de manera pasiva. A nivel global, un millón de personas mueren anualmente por esa causa, lo que refuerza la urgencia de esta política sanitaria.
Esta iniciativa se suma a otras acciones implementadas en los últimos años. Estas incluyen el empaquetado neutro, el aumento de impuestos al tabaco y los programas gratuitos para dejar de fumar. El Observatorio Francés de Drogas y Tendencias Adictivas (OFDT) informó que estas medidas permitieron una reducción del 12% en las ventas legales de tabaco durante 2024.