Más de 40 mil personas asistieron al concierto final de Ozzy Osbourne en Birmingham. Allí, el chileno Tom Araya se lució como una de las grandes figuras.
La ciudad de Birmingham vivió una noche histórica para el rock y el metal con la despedida oficial de Ozzy Osbourne. Este, quien ofreció su último concierto en el estadio Villa Park, se presentó ante más de 40 mil fanáticos. El evento, titulado Back to the Beginning, reunió a íconos del género como Metallica, Guns N’ Roses y Slayer. La banda liderada por el chileno Tom Araya fue uno de los protagonistas de la jornada.
Araya, nacido en Viña del Mar y radicado desde niño en Estados Unidos, el músico chileno-estadounidense subió al escenario junto a Slayer y desató la euforia. Lo hizo con clásicos como Disciple y War Ensemble. Posteriormente, la banda rindió homenaje a Black Sabbath con una potente versión de Wicked World. Esta canción está incluida en el disco debut del grupo que dio origen al heavy metal.
El público respondió con entusiasmo, generando remolinos de mosh y headbanging. Entre los asistentes se encontraba Kirk Hammett, guitarrista de Metallica, quien también se sumó al homenaje. Slayer completó su presentación con temas como South of Heaven, Raining Blood y Angel of Death.
La jornada continuó con actuaciones de alto calibre. Metallica interpretó Hole in the Sky y Johnny Blade, mientras que Guns N’ Roses sorprendió con versiones de Sabbath Bloody Sabbath y Never Say Die. Pese a las críticas a la voz de Axl Rose, la participación de la banda fue ovacionada.
El cierre fue protagonizado por Ozzy Osbourne. A sus 76 años, subió al escenario en un trono negro, debido al Parkinson que lo aqueja. Lo acompañaron los históricos Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward. Juntos, entonaron himnos como War Pigs, Iron Man, N.I.B. y Paranoid, en un final cargado de emoción.
