Con una emotiva ceremonia, el ministro Hernán González García puso fin a su carrera judicial. Fue clave en el caso de Colonia Dignidad y en causas de derechos humanos.
Una ovación cerró el último capítulo de una historia judicial de medio siglo. En el séptimo piso de la Corte de Apelaciones de Talca, el ministro Hernán González García recibió un homenaje de más de dos horas. Esto marcó su despedida oficial del Poder Judicial, tras cumplir con la edad legal para cesar sus funciones.
La jornada comenzó con su última participación en un pleno de ministros. Continuó con una formación de honor de Gendarmería y concluyó con una emotiva ceremonia. En esta, se repasaron sus más de 50 años de servicio.
González inició su carrera en 1975 como juez en Licantén. Desde entonces escaló por diversos cargos: relator, fiscal judicial y finalmente ministro de la Corte de Talca desde los años 90. Su nombre también sonó para integrar la Corte Suprema, quedando en las puertas de una nominación definitiva.
En 2019 fue elegido presidente del tribunal. A lo largo de su carrera fue parte de las salas ordinarias y extraordinarias del tribunal. Esto incluye su rol en la Primera Sala y la Tercera Sala en años recientes.

Vocación por la justicia
Entre sus múltiples funciones, el ministro González fue designado ministro en visita para causas emblemáticas. Destacó especialmente su labor en el caso de Colonia Dignidad. Lideró una inédita investigación que incluyó un allanamiento de 35 días a Villa Baviera, hecho sin precedentes en la historia judicial del país. Gracias a sus diligencias, las autoridades lograron detener a Paul Schäfer en Argentina. Posteriormente, los tribunales lo condenaron por delitos sexuales contra menores, junto con otros jerarcas alemanes y colaboradores chilenos.
Asimismo, durante más de una década, el ministro González asumió con dedicación exclusiva investigaciones por violaciones a los derechos humanos. Los abusadores cometieron estas violaciones en la región del Maule durante la dictadura de Augusto Pinochet. En mayo de 2025 dictó sentencia en una causa de homicidio calificado ocurrido en 1974 en Linares. Sumó uno más a una larga lista de fallos con enfoque en verdad y justicia.
También se distinguió por su labor docente y de formación institucional. Dictó charlas magistrales sobre derechos humanos a funcionarios del Poder Judicial, y fue un referente constante en temas de probidad, transparencia y formación ética.
En 2023, fue reconocido oficialmente en la conmemoración de los 135 años de la Corte de Apelaciones de Talca. Fue destacado como una de las figuras más relevantes en la historia reciente del tribunal.

Una emotiva despedida
Durante la ceremonia de despedida, las palabras del actual presidente de la Corte, Moisés Muñoz, y de los jueces Wilfredo Urrutia y Américo Castro, así como del ex oficial primero del tribunal de Parral, Luis Matus, generaron momentos de profunda emoción.
Desde Santiago, el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Blanco, envió un saludo en video. Mientras tanto, la ministra María Cecilia Repetto ofreció un discurso donde destacó la entrega, rigurosidad y compromiso del homenajeado.
El momento más esperado llegó con las palabras del propio ministro González. Visiblemente conmovido, expresó: “Todo fue posible con el apoyo sereno y sabio de mi señora y mi hijo, cimientos insustituibles de mi vida. Quiero que los errores que cometí no hayan causado desasosiegos insalvables”, dijo.
También se dirigió a sus pares: “Lo importante es que el Poder Judicial avanza día a día hacia la transparencia, el predominio de la buena fe y la probidad que debe guiar nuestros pasos”, subrayó. “Tuve que enfrentar desafíos inmensos, así como ataques. Todos los cuales fortalecieron mi carácter”, agregó.
La ceremonia finalizó con un aplauso cerrado y la entrega de un reconocimiento por parte del presidente del tribunal, Moisés Muñoz Concha y el fiscal regional, Julio Contardo. Amigos, jueces, ministros y funcionarios lo despidieron uno a uno. Así se cerró un capítulo fundamental de la justicia regional.
