Iván Palomo G. Director del Centro de Longevidad VITALIS, Universidad de Talca y del Centro Interuniversitario de Envejecimiento Saludable (CIES-CUECH); Coordinador de la Red Interuniversitaria de Envejecimiento Saludable de Latinoamérica y Caribe (RIES-LAC / COMLAT-IAGG) e integrante de la directiva de la Sociedad de Geriatría y Gerontología de Chile (SGGCH).
La población Chilena y de la Región del Maule está envejeciendo en forma acelerada. El cambio demográfico (Disminución del número de niños/as y jóvenes, y aumento de personas mayores) ocurre, en diferente media y velocidad en todo el mundo. Por ello, la OMS-ONU declararon al período 2021-2030, Década del Envejecimiento Saludable (DES) y en dicho contexto plantearon a los diferentes países cuatro acciones, en áreas estratégicas: (i) Cambiar la forma de pensar, sentir y actuar respecto a la edad y el envejecimiento, (ii) Fomentar comunidades que apoyen las capacidades de las personas mayores, (iii) Brindar atención de salud integrada, centrada en la persona y adaptada al envejecimiento, y (iv) Proporcionar acceso a atención a largo plazo para quienes la necesiten. En esta oportunidad describiré lo más importante de la cuarta acción: Proporcionar acceso a atención a largo plazo para quienes la necesiten.
En Chile en que el 18% de la población tiene 60 años, muchas personas mayores vivirán sus últimos años con algún grado de dependencia funcional: necesitarán ayuda para bañarse, vestirse, alimentarse, movilizarse o tomar decisiones. Esta situación aumentará a futuro, en que se espera que al año 2050 el porcentaje llegue a 30%.
La dependencia funcional es esperable, en diferente grado, en las personas mayores. Sin embargo, los sistemas sociales y sanitarios no están suficientemente preparados para brindar apoyo digno, sostenible y de calidad a las personas mayores que requieren cuidados prolongados.
La cuarta acción estratégica de la DES, tiene énfasis en los cuidados que requieren las personas mayores, especialmente las dependientes. Esto es un desafío muy importante.
En nuestro país, la atención a largo plazo: (i) No es suficiente, (ii) Se encuentra fragmentada y no suficientemente articulada, y (iii) Va desde Establecimientos de Larga Estadía (ELEAM) de baja calidad a instituciones de muy alto costo.
En la mayoría de los casos de personas mayores dependientes, el cuidado esta en manos de las familias, especialmente las mujeres. Generalmente no han recibido capacitación, no tienen tiempo para descanso, no reciben apoyo, todo lo cual tiene malas consecuencias en su salud física-emocional y en su economía.
Garantizar el derecho a cuidados de largo plazo implica crear un sistema de cuidados (nacional, regional, comunal) que ofrezca una amplia gama de servicios: atención domiciliaria, centros diurnos, cuidadores formales, ayudas técnicas, redes comunitarias y alternativas innovadoras como el cohousing o viviendas con servicios, entre otros aspectos.
En la Región del Maule, donde el Índice de Envejecimiento (relación entes menores de 15 años y mayores de 65 años) supera el promedio nacional, especialmente en algunas comunas, aparece como necesario avanzar en un modelo regional de cuidados que, a menos, incluya: (i) Diagnóstico de necesidades funcionales, (ii) Formación y certificación de cuidadora/es, (iii) Apoyo psicosocial y económico a las familias cuidadoras, y (iv) Coordinación entre salud, servicios sociales y gobiernos locales.
La atención a largo plazo debe: (i) Centrarse en la persona mayor dependiente, (ii) Ser culturalmente pertinente y (iii) Basarse en derechos. Las personas mayores no deben ser reconocidas como sujetos de dignidad que merecen acompañamiento, protección y calidad de vida hasta el final de sus días.
Por otra parte, la cuarta acción estratégica de la DES, representa una oportunidad de desarrollo. Invertir en sistemas de cuidado: (i) Genera empleo formal, (ii) Promueve la equidad de género, (iii) Fortalece la cohesión social y (iv) Disminuye la presión sobre los servicios hospitalarios. Cuidar bien una persona mayor dependiente, no es solo una tarea privada, es una tarea pública y ética. El Proyecto de ley de Cuidados, ingresado al Congreso Nacional en junio de 2024, busca establecer el “Sistema Nacional de Apoyos y Cuidados”, reconociendo el cuidado como un derecho y promoviendo la corresponsabilidad social y de género en esta área. Las personas mayores dependientes y las/los cuidadores no pueden esperar. Ojalá se apruebe pronto