Un ataque aéreo de Israel cerca de un hospital en Gaza terminó con la vida de cuatro periodistas de la cadena Al Jazeera, según reportes del medio.
Como indicó CHV, entre las víctimas se encuentran dos camarógrafos y dos corresponsales, incluido el periodista palestino Anas Al-Sharif.
El director del hospital Al Shifa en la Ciudad de Gaza indicó que “El periodista de Al Jazeera, Anas al Sharif fue asesinado junto con tres colegas en lo que parece ser un ataque israelí dirigido“.
Minutos antes de su fallecimiento, Al-Sharif había alertado sobre los bombardeos en la zona y con sus reportes daba cuenta de la grave crisis humanitaria, especialmente el hambre que afecta a los niños. El 29 de julio, expresó: “me paro frente a la cámara para contar la historia del sufrimiento de mi pueblo y para hablar del hambre que consume nuestros cuerpos. El dolor me asfixia y el hambre me vence, por lo que me quedo en silencio un momento… luego sigo hablando”.
La ONU había advertido sobre los riesgos para Al-Sharif
Irene Khan, relatora especial de la ONU para la libertad de expresión, había señalado el 31 de julio su profunda preocupación ante las amenazas que el Ejército israelí venía haciendo contra Al-Sharif, único periodista de Al Jazeera en el norte de Gaza. Según Khan “los temores por la seguridad de Al-Sharif están bien fundados. Hay más pruebas de que los periodistas en Gaza han sido blanco de ataques y asesinados por el ejército israelí, basándose en acusaciones sin fundamento de que eran terroristas de Hamás”.
Además, la experta criticó la actitud de Israel, afirmando que “Por un lado, Israel se niega a permitir la entrada de periodistas internacionales en Gaza y, por otro, difama, amenaza, obstaculiza, ataca y asesina sin piedad a los pocos periodistas locales que quedan como únicos ojos del mundo exterior sobre el genocidio en curso”.
Por su parte, las Fuerzas de Defensa de Israel señalaron que Anas Al-Sharif era “el jefe de una célula terrorista de Hamás“. Añadieron que “La inteligencia y documentos provenientes de Gaza, incluidos listados, registros de entrenamiento terrorista y nóminas salariales, prueban que era un operativo de Hamás infiltrado en Al Jazeera. Una credencial de prensa no es un escudo para el terrorismo”.
