Viernes, Agosto 15, 2025
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La Educación Técnico Profesional en Chile: 83 años formando talento

Antonieta Muñoz Quilaqueo
Miembro del Comité de Educación de FEGACH
Profesora en Educación Técnico Profesional – Universidad Austral de Chile
Diplomada en Patrimonio Cultural Inmaterial – Universidad de Chile
Candidata a Magíster en Políticas y Gestión Educacional – Universidad de Talca

Construyendo personas íntegras, con competencias y sentido de pertenencia para fortalecer la región del Maule.

Hay aniversarios que no se limitan a un número en el calendario. Algunos nos obligan a hacer una pausa, mirar atrás y reconocer el camino recorrido. Este 26 de agosto de 2025, la Educación Técnico-Profesional en Chile cumple 83 años desde su institucionalización, y en el Maule esta conmemoración se vive con especial significado. Aquí, esta modalidad no es solo un tipo de enseñanza: es una fuerza silenciosa que ha tejido, generación tras generación, un lazo firme entre la escuela, la comunidad y el desarrollo regional.

Nacida en 1942 para enlazar la formación escolar con las demandas productivas del país, la ETP ha evolucionado hacia un horizonte más amplio. Ya no se trata únicamente de preparar para un oficio o una ocupación; su misión hoy es formar personas con pensamiento crítico, capaces de innovar, adaptarse y actuar con responsabilidad social. En nuestra región, esto se refleja en un diálogo permanente con sectores como la agroindustria, la mecánica, la vitivinicultura, el turismo patrimonial y la gastronomía con identidad local. Son áreas que no solo sostienen la economía, sino que también transmiten cultura y construyen comunidad.

Un liceo técnico es mucho más que aulas y talleres. Es un espacio donde la teoría encuentra su razón de ser en la práctica, donde una tarea puede convertirse en el inicio de una vocación. Hay estudiantes que, en una práctica profesional, descubren su camino; otros, que en un proyecto colaborativo aprenden el valor de trabajar por un objetivo común. Estos procesos no ocurren por azar: son fruto del compromiso de docentes que ajustan sus métodos, de directivos que gestionan alianzas estratégicas y de empresas que confían en el talento joven.

Programas como Futuro Técnico han reforzado esta conexión, generando oportunidades para que los estudiantes vivan experiencias formativas en contextos reales. Allí se comprueba que el aprendizaje no es un ejercicio aislado, sino una herramienta para aportar soluciones concretas, impulsar la innovación y fortalecer el tejido social.

Hoy, la ETP enfrenta desafíos que requieren visión y decisión: integrar tecnologías de última generación, modernizar planes de estudio, potenciar la investigación aplicada y ofrecer una formación continua de calidad para los docentes. No obstante, lo esencial permanece intacto: educar personas íntegras, con competencias sólidas y un compromiso genuino con el desarrollo sostenible de sus comunidades. Celebrar 83 años es mucho más que mirar atrás con nostalgia. Es renovar la certeza de que la Educación Técnico-Profesional tiene un papel decisivo en el futuro del Maule y del país. Porque cuando la educación se enraíza en su territorio, respeta su historia y se proyecta hacia adelante, no solo forma técnicos y profesionales: crea ciudadanos capaces de cuidar, construir y liderar el destino de la tierra que los vio crecer.


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