Un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de California en Berkeley ha revelado que los chimpancés salvajes consumen, de forma natural, cantidades significativas de alcohol al alimentarse de frutas fermentadas en su hábitat natural. Este hallazgo proporciona una nueva perspectiva sobre los orígenes evolutivos del consumo de alcohol en los seres humanos.
La investigación, publicada en la revista Science Advances, se centró en chimpancés de los parques nacionales de Kibale, en Uganda, y Taï, en Costa de Marfil. Los científicos descubrieron que los chimpancés consumen en promedio 14 gramos de etanol al día, lo que equivale a aproximadamente dos bebidas alcohólicas estándar para un ser humano, considerando su menor masa corporal. Este etanol proviene de la fermentación natural de frutas maduras, como higos y mangos, que contienen hasta un 0,3% de alcohol.
A pesar de esta ingesta, los chimpancés no muestran signos evidentes de intoxicación, ya que consumen las frutas fermentadas de manera gradual durante su forrajeo diario.
Este comportamiento apoya la hipótesis del “mono borracho”, propuesta por el profesor Robert Dudley, que sugiere que la atracción humana por el alcohol tiene raíces evolutivas en la preferencia de nuestros antepasados primates por frutas fermentadas ricas en energía.
Los chimpancés, al igual que otros primates, son frugívoros, es decir, su dieta se basa principalmente en frutas. Este consumo de frutas fermentadas podría haber influido en su evolución y en el desarrollo de comportamientos sociales relacionados con la alimentación compartida.
Este estudio no solo amplía nuestra comprensión sobre la dieta de los chimpancés, sino que también ofrece valiosas pistas sobre los orígenes del consumo de alcohol en los seres humanos. Los investigadores planean continuar sus estudios para explorar cómo este consumo de alcohol influye en el comportamiento y la evolución de los chimpancés.