Informe UNAB revela que los arriendos subieron un 228% (2009-2024).
Un estudio del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Andrés Bello (IPP UNAB) saca a la luz el impacto subestimado del costo de la vivienda en Chile. El arriendo, que solo representa un 7% de la canasta IPC, debería ponderar cerca del 22% para reflejar su valor económico real (“arriendo imputado”).
Gonzalo Valdés, subdirector del IPP UNAB, explicó que el crecimiento anual real de los arriendos es cercano al 10% por encima de la inflación oficial. Esta subida se aceleró cuando los créditos hipotecarios “a pie cero” impulsaron los precios de compra y, por arrastre, los arriendos, sin que los ingresos hicieran lo mismo.
Actualmente, el gasto es crítico: más de un cuarto de los hogares arrienda, y un tercio de ellos se destina sobre el 30% de sus ingresos, el umbral de riesgo internacional. Las alzas más rápidas se observan en zonas centrales de Santiago como Providencia, Ñuñoa, Estación Central y Santiago Centro.
El informe advierte que subestimar este costo distorsiona las políticas públicas, pensiones y salarios reales, haciendo que estos últimos parezcan hasta un 20% más altos de lo que realmente son. La solución, según Valdés, pasa por atacar problemas estructurales como la permisología y los precios del suelo.