Domingo, Octubre 26, 2025
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Serie envejecer saludablemente parte VI: Controlar la Glicemia es fundamental para  envejecer saludable

Iván Palomo G., director del Centro de Longevidad VITALIS, Universidad de Talca y del Centro Interuniversitario de Envejecimiento Saludable (CIES-CUECH).

En el mundo y en Chile ha aumentado la esperanza de vida.   Ahora el desafío es asegurar que los años adicionales sean vividos con calidad, autonomía y bienestar. En este contexto, uno de los factores asociados al envejecimiento saludable es mantener el nivel de la glicemia (concentración de glucosa en sangre) dentro de los límites normales (70–99 mg/dL, en ayunas). La glucosa es muy importante para el organismo; de ella se genera la energía (ATP).  El rango de glicemia en prediabetes  es 100–125 mg/dL en ayunas y para Diabetes es ≥126 mg/dL en dos ocasiones distintas, también  en ayunas.  Otras determinaciones que se usan para el diagnóstico y control de la enfermedad  son: Glicemia postprandial, Curva de tolerancia a la glucosa,  Insulinemia, Hemoglobina glicosilada, entro otras.

En Chile Diabetes mellitus tipo 2, íntimamente ligada al estilo de vida y a la obesidad, afecta a cerca del 12% de la población adulta, y su prevalencia aumenta significativamente con la edad.  La hiperglicemia sostenida daña los vasos sanguíneos, los nervios, los riñones, la retina y el corazón.  

Mantener la glicemia dentro de límites normales ofrece beneficios inmediatos y a largo plazo:

a) Reduce el riesgo de complicaciones microvasculares (vasos sanguíneos pequeños).  Así se protege; (i) la retina: disminuye la probabilidad de retinopatía diabética y ceguera; (ii) los riñones: previene la nefropatía diabética que podría requerir diálisis; (iii) los nervios: evita la neuropatía periférica que causa dolor, pérdida de sensibilidad y riesgo de úlceras y amputaciones en los pies, y  (iv) el cerebro: evita inflamación en neuronas que se asocia a mayor riesgo de deterioro cognitivo y demencia.

b) Reduce el riesgo de complicaciones macrovasculares. La hiperglicemia acelera el proceso de aterosclerosis, aumentando las probabilidades de infarto al miocardio, accidente cerebrovascular y enfermedad arterial periférica.  

En un contexto más amplio, el control de la glicemia no solo evita complicaciones, sino que mejora el bienestar cotidiano. Las personas con glicemias  dentro de límites normales experimentan menos fatiga, mayor energía y mejor rendimiento físico y mental. También se reducen síntomas incómodos como sed excesiva, poliuria o visión borrosa.  

Para mantener la glicemia dentro de los límites normales: 

a) Quienes no tienen diabetes: alimentación saludable, rica en fibra, baja en azúcares simples y ultraprocesados, junto con la actividad física regular. Controlar el peso corporal, evitar el tabaquismo y dormir adecuadamente son medidas complementarias que potencian el control metabólico.  

b) Quienes tienen diabetes: Además de lo anterior, los controles médicos periódicos y adhesividad a los medicamentos que se le indiquen.  

La dimensión social y política del envejecimiento saludable es muy importante; deben  existir condiciones que lo facilite.  En una sociedad donde todos puedan envejecer  saludablemente, se debe garantizar equidad en el acceso a la prevención y al tratamiento de la diabetes. Controlar la glicemia en la población adulta y personas mayores, no solo reduce sufrimiento humano, también disminuye el gasto en salud (hospitalizaciones, amputaciones, diálisis y dependencia, etc).

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