La Fiscalía Regional del Maule confirmó la existencia de ocho puntos de interés en el operativo de búsqueda en el río Loncomilla, donde se concentran nuevas diligencias para esclarecer la desaparición de la concejala María Ignacia González.
La Fiscalía Regional del Maule reforzó el despliegue en el río Loncomilla al confirmar la existencia de ocho puntos de interés criminalístico. Estos puntos están vinculados a la desaparición de la concejala de Villa Alegre, María Ignacia González, extraviada desde el 15 de junio. El Fiscal Regional, Julio Contardo, aclaró que el equipo investigador mantiene activa cada línea de indagación.
“El trabajo no se ha detenido y todas las hipótesis requieren análisis riguroso. En ese proceso hemos descartado algunas posibilidades”, afirmó la autoridad.
Uno de los focos operativos apunta a la posibilidad de que el vehículo de la concejala, con ella en su interior, haya caído al río Loncomilla. Contardo sostuvo que esta hipótesis surge del cruce de imágenes de cámaras de seguridad y del seguimiento tecnológico del teléfono celular. El registro del teléfono se interrumpe en el sector La Balsa. “Los datos muestran un recorrido coincidente entre cámaras y antenas. Esto refuerza esa línea investigativa”, señaló.
El fiscal explicó que los puntos de interés se identificaron a partir de testimonios, análisis técnicos y el uso de equipamiento especializado. “Antes ya lo habíamos anunciado, pero las condiciones del río lo impedían. Hoy el caudal sigue alto, la visibilidad es nula y el sedimento complica cada maniobra, pero finalmente existen mejores condiciones para avanzar”, indicó.
En el operativo participan equipos del Ministerio de Obras Públicas, mediante maquinaria de la Dirección de Vialidad, junto a unidades de la PDI. Estas incluyen el Departamento de Operaciones Subacuáticas, la Brigada de Homicidios de Linares, el Departamento de Búsqueda de Personas, el Laboratorio de Criminalística Central, y peritos del Servicio Médico Legal. La fiscalía también incorporó drones y equipos técnicos para reforzar el rastreo.
Contardo detalló que el trabajo incluye distintos instrumentos, entre ellos un magnetómetro. Además, se usan tecnologías capaces de detectar la presencia de estructuras metálicas bajo el cauce. “Utilizamos variados medios para descartar o confirmar indicios. El entorno es complejo, pero seguimos avanzando”, subrayó.
