Artículo de opinión enviado por Arcadio Cerda Urrutia, Doctor en Economía, Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Talca.
En años recientes, Chile ha enfrentado desafíos importantes que han limitado su crecimiento económico y su capacidad de atender a las crecientes demandas sociales. Factores como movimientos sociales disruptivos, pandemia, conflictos bélicos globales, costos de las materias primas, incertidumbre sobre el futuro del país, entre otros, han afectado su progreso económico. El Informe de Política Económica del Banco Central de Chile proyecta un crecimiento entre -0,5% y +0,5% para 2023, una cifra menor a la prevista en enero, lo cual, agravado por problemas en la banca internacional, genera preocupación sobre la capacidad del país para retomar su senda de crecimiento y disfrutar de los beneficios asociados, para los próximos dos años.
Para impulsar el crecimiento económico y el desarrollo de Chile, es esencial abordar áreas clave como la inversión en investigación, desarrollo e innovación (I+D+i), el fortalecimiento del sistema educativo, el fomento del espíritu emprendedor y la colaboración entre industria, sector público y universidades. Además, es necesario mejorar la infraestructura nacional, atraer inversiones extranjeras, implementar políticas de inclusión social y reducción de desigualdades, impulsar industrias emergentes y sectores estratégicos, y fomentar la adopción de tecnologías digitales y automatización.
Asimismo, es crucial fortalecer las instituciones gubernamentales y la gobernanza, garantizando transparencia, eficiencia en la gestión de recursos públicos y lucha contra la corrupción. Estas medidas pueden mejorar la confianza en las instituciones, atraer inversiones y promover un entorno propicio para el desarrollo empresarial, manteniendo una política económica y fiscal responsable.
En resumen, para alcanzar un crecimiento y desarrollo económico sostenido en Chile, se requiere una estrategia integral que aborde diversos aspectos clave. Mediante la adopción de medidas concretas por parte del gobierno y la colaboración con el sector privado, la academia y la sociedad civil, Chile puede superar sus desafíos actuales y asegurar un futuro próspero y equitativo para todos sus ciudadanos.
