El Hospital Regional de Talca registra 35 nuevos casos de cáncer de vejiga este año y proyecta superar ampliamente los 73 casos diagnosticados en 2024.
El cáncer de vejiga presenta un preocupante aumento en la Región del Maule. En lo que va de 2025, el Hospital Regional de Talca (HRT) ha confirmado 35 nuevos diagnósticos, una cifra que podría superar ampliamente los 73 casos registrados durante todo el año pasado.
La buena noticia es que la mayoría de los diagnósticos se han realizado en etapas tempranas, lo que mejora considerablemente el pronóstico y las posibilidades de tratamiento exitoso. La doctora Francis Pinto, jefa del Servicio de Urología del HRT, detalló que “el cáncer de vejiga es cuatro veces más frecuente en hombres que en mujeres, principalmente por los hábitos tabaquicos y exposiciones laborales.”
La enfermedad se origina por el crecimiento descontrolado de células malignas en la mucosa vesical. El principal factor de riesgo sigue siendo el tabaquismo, asociado a más del 50% de los casos. También influyen la exposición a sustancias químicas en ciertos rubros industriales, así como haber recibido quimioterapia o radioterapia en la pelvis.
El síntoma de alerta más común es la hematuria macroscópica, es decir, la presencia visible de sangre en la orina, incluso sin dolor. “La aparición de sangre en la orina debe motivar una consulta inmediata al urólogo”, advirtió la especialista.
Diagnóstico
Para confirmar el diagnóstico, los protocolos consideran examen de orina, urocultivo, ecografía renal y vesical, y una cistoscopia, que permite una visualización directa del interior de la vejiga. Este último procedimiento es el estándar de oro para la detección de tumores vesicales.
El tratamiento depende del grado de avance del tumor. Si se detecta en una etapa temprana, se puede realizar una resección endoscópica sin incisiones, complementada con quimioterapia intravesical inmediata. Los tumores de bajo grado requieren seguimiento periódico, mientras que los de alto grado deben tratarse con inmunoterapia BCG intravesical por hasta tres años.
En etapas más avanzadas, cuando el tumor invade el músculo vesical, se debe practicar una cistectomía radical, que implica la extirpación total de la vejiga. En algunos casos se construye una neovejiga con tejido intestinal, aunque lo más habitual es que los pacientes utilicen una bolsa urinaria externa de por vida.
“La detección precoz marca la diferencia entre conservar la vejiga o someterse a una cirugía mayor que impacta profundamente la calidad de vida”, insistió la doctora Pinto.
Finalmente, el hospital recalca que la prevención comienza con decisiones cotidianas. Dejar de fumar, beber más agua, evitar la retención urinaria y llevar una vida activa son claves para reducir el riesgo. “La mejor decisión preventiva que podemos tomar es dejar el tabaco. Es responsable de más de la mitad de los casos que vemos en consulta”, concluyó la uróloga.
