La comunidad rural de Providencia, al norte de Talca, denuncia abandono de las autoridades, precariedad en infraestructura y peligro sanitario por fosas colapsadas.
Providencia, un sector rural ubicado al norte de Talca, al frente de la planta Coca-Cola, enfrenta una grave situación de abandono estructural y falta de servicios básicos. Así lo denuncian sus propios vecinos. El presidente del centro de adelanto local, Gerardo González, expresó la profunda frustración de los habitantes ante la inacción de las autoridades. Esto ocurre a pesar de múltiples visitas.
“Nos sentimos tan abandonados por parte de las autoridades que han venido y escuchado nuestras necesidades, llenándonos de promesas vacías”, señaló González.
En esta comunidad viven cerca de 200 familias, muchas de ellas con adultos mayores, personas postradas y niños que deben asistir a clases. Sin embargo, el mal estado del camino dificulta gravemente el acceso de vehículos de emergencia. Esto genera un riesgo evidente para la atención de salud y la seguridad de los residentes.
A esto se suma la falta de alumbrado público, la ausencia de red de fibra óptica, problemas con el agua potable y, actualmente, una crisis sanitaria por el colapso de las fosas sépticas. “Normalmente venían del municipio a limpiarlas a comienzos de año, pero este 2025 no han venido. El peligro de contaminación es real”, agregó el dirigente vecinal.

Exigen acciones concretas
Los vecinos exigen acciones concretas antes del invierno. Entre ellas la compactación del camino, el relleno de puntos críticos y la limpieza de canales para evitar anegamientos. La comunidad asegura que, pese a estar dentro del radio urbano de Talca, son tratados como si estuvieran fuera del mapa. “Providencia es una comunidad tan cercana a Talca, pero nos hacen sentir tan lejos”.
Ante esta situación, hacen un llamado urgente a las autoridades locales y regionales. Esto es para implementar medidas de mitigación inmediatas y garantizar condiciones mínimas de dignidad y seguridad.
Con la proximidad del invierno y la amenaza de intensas lluvias, la comunidad de Providencia enfrenta semanas críticas. El temor de quedar completamente aislados crece día a día, especialmente por la imposibilidad de transitar en condiciones climáticas adversas y por el riesgo sanitario que representan las fosas colapsadas.
La comunidad reitera su llamado a las autoridades: no pueden esperar a que ocurra una emergencia para actuar. Los habitantes de Providencia exigen ser escuchados y que sus necesidades se traduzcan en acciones concretas antes de que el invierno complique aún más su realidad.