El imputado ofreció una parcela al conserje al que agredió y dejó con secuelas. La familia rechazó el gesto y exigió justicia.
Martín de los Santos, imputado por agredir brutalmente a Guillermo Oyarzún, conserje de 70 años, ofreció una parcela en Pichilemu como gesto de reparación. La familia de la víctima rechazó el ofrecimiento y reiteró su exigencia de justicia.
El ataque ocurrió el pasado 17 de mayo en Vitacura, y provocó que Oyarzún perdiera la visión de un ojo y el sentido del olfato. Este lunes, el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago ordenó la prisión preventiva del agresor.
Antes de ser formalizado, De los Santos realizó una transmisión en vivo en Instagram, donde expuso su versión de los hechos, alegando que habría sido drogado en el Club Palomino y que tanto él como su familia habrían recibido amenazas. Durante la transmisión, de unos 50 minutos, ofreció disculpas públicas y anunció el polémico gesto.
“Le pido disculpas de todo corazón. Estoy totalmente arrepentido. Si un día quiere conversar de hombre a hombre, yo estoy dispuesto… encantado de poder tener alguna comunicación”, expresó.
A continuación, extendió una particular oferta:
“Evaluamos en darle una parcela en Pichilemu”, señaló.
La respuesta de la familia fue tajante. En declaraciones a TVN, el hijo de la víctima fue claro:
“A nosotros no nos interesa ninguna parcela. Esta vez no le va a funcionar con nosotros. Vamos a llegar hasta el final para que este tipo esté en la cárcel”.
El caso ha causado fuerte repercusión pública, tanto por la gravedad del ataque como por el intento de conciliación vía redes sociales, que fue interpretado por la familia como un acto de presión.