Pablo Muñoz Morales. Profesor de Comunicación Estratégica. Director de Comunicaciones Santo Tomás Talca.
Claramente su candidatura ya pasó de ser competitiva y esto qué implica, simplemente ver la realidad, que abarca dos puntos: ella misma con su discurso vacilante, débil, que no convoca y no llega al corazón de la gente y, la táctica de José Antonio Kast de tener el voto histórico de la UDI y RN, que quiere algo más, esa mezcla entre política dura y populismo, que los represente directamente y no permeable a la izquierda.
Además se advierte que, con la irrupción de Johannes Kaiser, el moderado pasó a ser Kast y no Evelyn Matthei, quien ocupaba el puesto de la derecha más sobria y aterrizada, pero hoy desplazada y no disputándose con ellos, sino la llevaron al lado de Franco Parisi.
El extremo de Kaiser que, al contrastarlo con Kast, hace notar a este último acercándose más al centro, permite también ver estas posiciones como parte de un juego estratégico y que dejan a Matthei como si no tuviera fuerza suficiente para imponerse; que la hace, sin afán despectivo sino de aspectos de comunicación política, interesante para los medios a partir de sus problemas comunicacionales para luego las redes sociales, con la debida carga emocional, tener material de sobra para visibilizarla y exponerla.
Por ejemplo, durante una visita a Curicó el pasado 10 de julio, lo que quedó para la prensa y redes fue el incómodo momento, luego de ser consultada por un reportero de VLN Radio sobre su desempeño electoral, dejó una carcajada, asegurando estar empatada en el segundo lugar y, enseguida, mirando al senador Rodrigo Galilea diciendo ¿quién mandó a este señor? (en alusión al reportero que le preguntó) O cuando le dijo ¡basta! a una periodista indagándola por su baja sostenida en las encuestas.
Su retórica firme o levantar la voz, deja un gélido muro entre ella y los demás. Precisamente, en este punto, cuando las candidaturas pasan ´técnicamente´ a desfondarse y que no es más que constatar hechos.
Con este cuadro resulta difícil identificarse con la persona, porque se afecta el carisma, la conexión espontánea con la gente. También se pierde la sencillez y la gracia, incluso el humor que en la clase política los hace agradables y accesibles. Y, por último, se puede transformar en su peor enemiga, esto qué significa, que ya no van votantes hacia ella, sino que se están fugando, por no proponer sino tan solo contestar las preguntas o interrogatorios de la prensa y con escasa agenda pública desde su aspiración presidencial.
Y el espacio que les queda para ir armando pauta, es usar errores de alguna institucionalidad para construir temas periodísticos; como llamar al gobierno para convocar al Cosena por la liberación del sicario´Rey de Meiggs´.
Lamentablemente, con este manejo político comienzan las inútiles campañas de desprestigio, por eso Evelyn Matthei acusó a los republicanos de campaña ´asquerosa´en su contra: ´dejen de decir que tengo alzhéimer´. Pero, lamentablemente, esto hace pelear solo y para peor perder.