Se conmemora un nuevo aniversario de los atentados terroristas en Estados Unidos, que en 2001 dejaron cerca de tres mil personas fallecidas y marcaron un antes y un después en la historia contemporánea.
El ataque coordinado contra las Torres Gemelas del World Trade Center en Nueva York y el Pentágono en Washington, perpetrado por miembros de la organización Al Qaeda, no solo significó una tragedia humana sin precedentes, sino que también transformó la política internacional, las medidas de seguridad globales y la percepción del terrorismo a nivel mundial.
En Nueva York, familiares de las víctimas y autoridades locales participan cada año en una ceremonia en la llamada “Zona Cero”, donde se leen los nombres de quienes perdieron la vida, en un emotivo acto de memoria y resiliencia. A la fecha, el espacio se ha convertido en un símbolo de recuerdo y esperanza, con el Memorial y Museo del 11 de septiembre como lugar de reflexión para visitantes de todo el mundo.
El impacto de estos hechos sigue presente, no solo en Estados Unidos, sino también en el escenario internacional. El 11 de septiembre de 2001 abrió un ciclo de guerras, nuevas políticas de seguridad y profundos cambios en las relaciones internacionales, cuyas consecuencias se extienden hasta hoy.
A más de dos décadas de la tragedia, la conmemoración se mantiene como un recordatorio del valor de la memoria colectiva, la resiliencia de los pueblos y la necesidad permanente de construir un mundo más seguro y en paz.