Maria Ester Muñoz S., Enfermera, Coordinadora Área Salud integral de VITALIS Centro de Longevidad y académica de la Universidad de Talca.
El Día Internacional de las Personas con Discapacidad se conmemora cada 3 de diciembre, proclamado en 1992 por la Asamblea General de las Naciones Unidas. En la Región del Maule, esta fecha no puede pasar inadvertida, porque coincide con una realidad tan silenciosa como evidente: nuestra población envejece aceleradamente, y con ello también aumenta la cantidad de personas mayores que viven con alguna forma de discapacidad.
Según los datos más recientes disponibles, la información sobre personas mayores con discapacidad en Chile proviene principalmente de la Encuesta Nacional de Discapacidad y Dependencia (ENDIDE) y la Encuesta CASEN, a nivel nacional aproximadamente 38% de las personas de 60 años y más presentan algún tipo de discapacidad (ENDIDE 2022) y la prevalencia aumenta con la edad: en mayores de 80 años puede superar el 50%. En la Región del Maule, según ENDIDE 2022, el porcentaje de adultos mayores (60+) con discapacidad se estima entre 36% y 40%, similar al promedio nacional, aunque puede variar según comuna y zona rural/urbana.
En este contexto, el Centro de Longevidad VITALIS de la Universidad de Talca ha expresado profunda preocupación por el aumento sostenido de personas mayores que viven en la región y por cierto la discapacidad en una variable muy importante a considerar en este grupo etario. CL VITALIS mediante la investigación, formación y vinculación con el medio pretende visibilizar y promover acciones para mejorar la calidad de vida de la población mayor, subrayando la urgencia de fortalecer la red de cuidados y la accesibilidad territorial. La discapacidad no puede seguir abordándose como un tema individual o familiar, sino como un desafío colectivo que requiere políticas públicas robustas, inversión en cuidados y una sociedad que reconozca y garantice los derechos de las personas mayores.
Aunque la región ha avanzado en algunas políticas y programas, aún falta por hacer. El transporte inclusivo sigue siendo limitado; los espacios públicos no siempre están diseñados para personas con movilidad reducida; y la red de cuidados —especialmente para personas mayores dependientes— continúa siendo insuficiente.
Tampoco podemos ignorar la dimensión social y cultural del problema. En la vejez, la discapacidad suele ir acompañada de edadismo: esa tendencia a infantilizar, invisibilizar o excluir a las personas mayores de decisiones que les afectan. En un Maule que envejece, no podemos permitirnos mantener esta mirada reduccionista.
Desde el Centro de Longevidad VITALIS de la Universidad de Talca reafirmamos nuestro compromiso con esta agenda: seguir investigando, visibilizando y promoviendo acciones que garanticen los derechos de las personas mayores con discapacidad en la Región del Maule. Creemos firmemente que una sociedad que cuida incluye y respeta a sus mayores es una sociedad más justa y humana. En este 3 de diciembre, renovamos nuestra convicción de trabajar junto a la comunidad, las instituciones públicas y las familias para construir un Maule donde todas las personas puedan envejecer con dignidad, autonomía y plenitud.






