Desde el Colegio Santa Madre de Dios, dos estudiantes de 11 años impulsan “Mishi Amigo”, un proyecto terapéutico que integra ciencia, apego y acompañamiento emocional mediante peluches con voz materna grabada.
En el Colegio Santa Madre de Dios, en la comuna rural de San Rafael, surgió una iniciativa que une creatividad infantil, evidencia científica y profundo compromiso social. Los estudiantes Josefa González y Máximo Silva, ambos de 11 años, desarrollaron junto a su profesora guía Sofía Flores y la directora Pamela González el proyecto “Mishi Amigo”. Esta herramienta terapéutica está diseñada para acompañar emocionalmente a niñas y niños que viven situaciones complejas.
La idea nació en el recreo, cuando ambos estudiantes observaron que muchos compañeros necesitaban consuelo real en momentos de crisis. Esa inquietud infantil se transformó en una propuesta concreta: crear peluches tejidos a mano. Estos peluches integran un dispositivo capaz de reproducir la voz materna, reconocida por la literatura científica como un regulador emocional de alto impacto.
Los niños reconocen la inspiración de la doctora María Angélica Riquelme, del Club Ciencias Chile, a quien describen como “una gran mamá de la ciencia” por guiarlos y motivarlos en cada paso del proceso. “Ella siempre cree en nosotros, como una mamá cree en sus hijos”, relataron durante la presentación del proyecto.


Peluches que abrazan, acompañan y calman
Cada muñeco del proyecto Mishi Amigo fue diseñado con un propósito emocional específico:
- Sr. Pelusas, el gato de la calma: Favorece la regulación de la ansiedad y la frustración. Su estrellita en el pecho simboliza guía y contención.
- Bonnie, la conejita del consuelo: Pensada para niñas y niños que enfrentan tratamientos médicos complejos, como el cáncer. Representa el derecho a sentirse triste y acompañar sin juicio.
- Sr. Plumitas, el pollito de la compañía: Acompaña a quienes necesitan sentir presencia constante y seguridad emocional.
Los peluches están fabricados con materiales hipoalergénicos, de un solo tono para evitar sobreestimulación, y cuentan con texturas suaves que aportan calma sensorial.
La ciencia detrás del abrazo
Diversos estudios de neurociencia afectiva demuestran que la voz de la madre o figura de apego reduce los niveles de cortisol y aumenta la oxitocina, favoreciendo la regulación emocional. Aplicando este principio, cada peluche incluye un dispositivo grabador. Este dispositivo reproduce mensajes de calma y apoyo. Así, se transforma en un “abrazo invisible” cuando el cuidador no puede estar presente.

Un proyecto gratuito, replicable y nacido del amor
Josefa y Máximo entregan estos peluches de manera gratuita a niños hospitalizados y familias que solicitan apoyo a través de Instagram. También incentivan a que cualquier persona que sepa tejer pueda replicarlos. Para esto, ellos proporcionan el dispositivo, el diseño y un kit que incluye instrucciones, accesorios, mochila de transporte y un llavero para las madres.
“Queremos que llegue a todos los niños que lo necesiten. El amor también se teje”, comentaron los creadores.
El proyecto destacó en la Expo Ciencias Nacional 2025, donde obtuvo el premio en Bioquímica. Este premio consistió en una lupa telescópica para su colegio. El reconocimiento fortalece el compromiso de su comunidad educativa, que pese a contar con recursos limitados, promueve valores como el cuidado, la solidaridad y el apoyo emocional.





