El académico y especialista en derechos de infancia de la Universidad de Talca, Isaac Ravetllat, recalcó la importancia de abrir espacios de participación a los jóvenes, que les permitan manifestar su opinión de manera formal y no solo en las calles.
El borrador de la nueva Carta Fundamental presentada por la Convención Constitucional establece que los jóvenes de 16 y 17 años podrían participar en votaciones populares, cambiando la normativa actual que solo permite sufragar a partir de los 18 años.
El académico y director del Centro de Estudios sobre los Derechos de la Infancia y la Adolescencia (CEDIA) de la Universidad de Talca, Isaac Ravetllat, se refirió a esta propuesta destacándola como un aspecto positivo para la sociedad chilena.
“Es un acierto el incorporar a este grupo etario entre 16 y 17 años. Ya hemos visto que, por lo general, son activos políticamente y abrir estos nuevos espacios, más allá de la calle, sería la gran reivindicación con los y las adolescentes”, planteó.
Según el abogado especialista, este grupo de jóvenes actualmente no tienen instancias formales de participación en el país. “La nueva propuesta de texto constitucional es más adecuada a lo que los propios adolescentes están solicitando, les empieza a abrir nuevos espacios más formales, para que también puedan hacer oír su voz a través de unas elecciones”, valoró.
Ravetllat precisó que, este cambio constitucional permitiría generar espacios para que se puedan canalizar de mejor manera sus inquietudes políticas.
Los nuevos ciudadanos
El experto destacó, además, que la propuesta de Carta Fundamental plantea cambios aún más profundos en la materia, en cuanto establece que todas las personas son ciudadanos, independiente de su edad.
“Hay una nueva mirada del concepto de ciudadanía, lo que a priori es positivo, ya que la actual Constitución de 1980 excluye como ciudadanos a las personas menores de 18 años”, señaló.
En ese sentido, Ravetllat aseguró que existiría una modernización del concepto de ciudadanía, más adecuado a los tiempos actuales.
De aprobarse el texto constitucional en el plebiscito de salida, que se llevará a cabo en septiembre, los nuevos ciudadanos tendrían la opción de participar en los procesos de elección popular a partir de los 16 años de manera voluntaria, y desde los 18 su voto sería obligatorio.