Con el propósito de potenciar la belleza en torno a la estación ferroviaria de Curtiduría, la estudiante de arquitectura Camila González levantó en el borde del río Maule un embarcadero que aspira a convertirse en un punto de atracción para los residentes y visitantes de la zona patrimonial contigua al ramal.
La ejecución de la obra, que se extendió por cerca de tres meses, contó con el apoyo en materiales de la Municipalidad de Pencahue y la empresa Concha y Toro, quien le donó a la alumna de la Universidad de Talca 3 mil 600 duelas de roble para implementar la infraestructura con que desarrolló su proyecto de título.
La joven autora sostuvo que su creación en madera reciclada además de ser un mirador para contemplar la flora y fauna, aparcar las embarcaciones que pasean por el principal afluente de la región, también establece una conexión territorial con la cordillera a través de sus vistas hacia el volcán Descabezado Grande.
El alcalde de Pencahue, José Miguel Tobar, tras recepcionar el trabajo que ya se encuentra entregado al uso de la comunidad, destacó la iniciativa por su aporte arquitectónico rural no invasivo y como un hito en la puesta en valor de los lugares más apartados de la comuna. “Felicito a Camila porque su proyecto de embarcadero quedó bonito y contribuye a impulsar el sector. Está a disposición de los vecinos, que esperamos lo conserven y disfruten de su potencial turístico junto a nuestro ramal monumento nacional” comentó.
En tanto, el equipo de Secplan estudiará cómo realizar un mejoramiento que permita extender el área recreacional con la habilitación de quinchos y mobiliario de encuentro social.