Los peritajes realizados en Talcahuano este sábado podrían marcar un giro en la investigación por la tragedia marítima que enlutó a Constitución.
El 30 de marzo, la lancha Bruma se hundió frente a la isla Santa María, cobrando la vida de sus siete tripulantes, todos pescadores artesanales. A más de un mes del accidente, nuevos análisis técnicos encargados tanto por la Fiscalía como por los familiares apuntan a un eventual choque con el barco pesquero Cobra.
Los estudios, efectuados en el Laboratorio de Criminalística de la Policía de Investigaciones y por expertos independientes, revelaron marcas compatibles con un impacto. Las familias, que interpusieron una querella por homicidio, aseguran que hay señales claras en la estructura del Cobra —incluidos daños en sus sonares y domo— que corresponderían a una colisión con la Bruma.

El proceso judicial enfrenta además un hecho complejo: el suicidio del vigía del Cobra, ocurrido antes de que pudiera entregar testimonio ante el Ministerio Público. En tanto, la empresa dueña de la nave industrial está realizando su propio peritaje, que se desarrollará con la embarcación fuera del agua en el astillero ASMAR.
Los representantes legales de las familias solicitaron que peritos particulares acompañen el traslado del barco hasta el puerto de San Vicente, con el fin de asegurar que la evidencia no sea alterada.
Aunque no hay personas formalizadas hasta el momento, todos los tripulantes del Cobra figuran en calidad de imputados. Los deudos, por su parte, han reiterado su llamado a que se aceleren las diligencias y se determine con claridad la responsabilidad en esta tragedia.