La empresa Astaldi cerró su participación en el proyecto con un 30% de avance. El Servicio de Salud Maule espera autorización para retomar la obra.
La construcción del nuevo Hospital de Linares sigue sin fecha de término. El Servicio de Salud Maule (SSM) confirmó que la empresa Astaldi finalizó sus actividades principales. Esto con un 30,43% de avance físico, de acuerdo con el contrato original.
Este cierre se concretó el 1 de julio de 2025, cumpliendo el compromiso pactado en septiembre de 2024. En esa fecha, se definió un periodo de nueve meses para ejecutar partidas específicas en el recinto hospitalario.
Tras la salida de Astaldi, el SSM asumió el control del sitio de obras y envió los antecedentes a la Contraloría General de la República. Esto fue con el fin de obtener la toma de razón del término del contrato. Este trámite es clave para poder continuar con el proyecto mediante un nuevo proceso de contratación.
El organismo sanitario explicó que, una vez obtenida la autorización de Contraloría, se dictará una resolución exenta. Esto permitirá avanzar con un trato directo, modalidad que facilitará la suscripción de un nuevo contrato definitivo para retomar las obras pendientes.
El Hospital de Linares, cuya construcción comenzó en 2021, es considerado uno de los proyectos de infraestructura en salud más relevantes. Es importante para la zona sur de la Región del Maule.
“Estamos a la espera de que Contraloría tome razón del término del contrato. Solo así podremos continuar con la ejecución del hospital que tanto necesita la comunidad”, indicaron desde el Servicio de Salud Maule.
Una necesidad urgente
La paralización parcial del proyecto y el escaso 30% de avance tras más de cuatro años desde el inicio de las obras reflejan una falla estructural en la planificación y ejecución de la infraestructura hospitalaria pública. Además, la salida anticipada de la empresa Astaldi y la complejidad administrativa del proceso de recontratación han generado una profunda incertidumbre en la comunidad linarense. Esta comunidad aún espera por un centro de salud moderno y digno.
Mientras se aguarda la autorización de Contraloría y la firma de un nuevo contrato, los pacientes deben seguir atendiéndose en un hospital antiguo, saturado y con instalaciones deterioradas. Este recinto no responde a los estándares sanitarios que la población requiere. Esta situación pone en evidencia la urgente necesidad de acelerar la inversión pública en salud y mejorar los mecanismos de licitación, supervisión y control de obras estatales.
Además, la crítica realidad hospitalaria no solo afecta a Linares. Otras comunas del Maule también arrastran históricas carencias en infraestructura sanitaria, con centros de atención primaria colapsados y una red asistencial que no da abasto. Por ello, la finalización del nuevo hospital no puede seguir postergándose. Esta obra representa una necesidad estructural para el fortalecimiento del sistema público de salud en el sur de la región.
