Docentes de la Universidad de Talca lideran investigaciones sobre el efecto renal del Helicobacter pylori y el entrenamiento respiratorio, con apoyo institucional para reducir brechas de género.
Académicas de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Talca se adjudicaron el Fondo para Investigadoras, iniciativa que se entrega por segundo año consecutivo y que busca fortalecer la investigación liderada por mujeres y acortar la brecha de género en el ámbito científico.
Una de las líneas de estudio la encabeza la académica Wendy Donoso Torres, de la Escuela de Tecnología Médica, quien desarrollará el proyecto “Efectos a nivel renal de vesículas de membrana externa (OMVs) de Helicobacter pylori en un modelo murino”. La investigación analizará cómo esta bacteria, conocida por su impacto gastrointestinal, podría influir en el daño renal.
“La infección por Helicobacter pylori presenta una alta prevalencia mundial cercana al 50%, mientras que en la Región del Maule alcanza alrededor del 80%”, explicó Donoso. Agregó que la bacteria se asocia a patologías como gastritis crónica, úlcera péptica y cáncer gástrico.
La investigadora detalló que el microorganismo produce vesículas de membrana externa (OMVs), las que se han vinculado a enfermedades alejadas del sitio primario de infección. “Se ha señalado que estas vesículas podrían promover daño neuronal, participar en procesos aterogénicos y relacionarse con patologías como Alzheimer, diabetes mellitus y enfermedades dermatológicas”, precisó.
Sin embargo, Donoso aclaró que el impacto renal aún no se ha establecido con claridad. “En el riñón no se ha logrado determinar si cumplen algún rol en el desarrollo y progresión del daño asociado a enfermedades crónicas, como la hipertensión renal”, indicó. El estudio buscará identificar signos de inflamación renal que permitan anticipar un daño incipiente.
“La hipertensión renal, si no recibe tratamiento oportuno, puede derivar en insuficiencia renal crónica. En Chile, esta condición afecta al 10% de la población general y al 15,4% de las personas mayores de 40 años”, advirtió la académica, quien trabajará junto a la doctora Daniela Recabarren, del Departamento de Ciencias Básicas Biomédicas.
Paralelamente, la académica Carmen Zambrano Bravo, de la Escuela de Kinesiología, desarrollará el estudio “Efecto de un protocolo progresivo de entrenamiento de músculos inspiratorios (IMT)” en jugadores de balonmano competitivo. La investigación evaluará variables como presión inspiratoria máxima (PIMAX), consumo máximo de oxígeno (VO₂MÁX), rendimiento deportivo y percepción del esfuerzo.
“El objetivo es medir el efecto de ocho semanas de entrenamiento sobre la capacidad cardiorrespiratoria y el rendimiento físico en deportes con alta demanda ventilatoria”, señaló Zambrano. El equipo analizará además la duración de los efectos del entrenamiento a los 15, 30 y 60 días posteriores a la intervención.





