Las acusaciones de presunto fraude, conflictos de interés y llamados a renuncia marcan una nueva crisis en la organización de Miss Universo, en medio de revelaciones que apuntan a su actual dirección y decisiones internas.
La organización de Miss Universo enfrenta uno de sus momentos más críticos. Esto ocurre tras la difusión de nuevas acusaciones relacionadas con el triunfo de Fátima Bosch, representante de México en la edición 2025 del certamen. Estas denuncias reactivaron el debate sobre la transparencia y la legitimidad del concurso, considerado uno de los más influyentes en el mundo del espectáculo.
El periodista Jordi Marti, colaborador del programa El Gordo y la Flaca de Telemundo, aseguró que la actual reina renunciaría a la corona en los próximos días. Según explicó, la decisión se relacionaría con la controversia generada por supuestos arreglos previos a la final. También influye la presión mediática internacional.
A estas versiones se suman declaraciones del empresario y activista Omar Harfouch, quien difundió conversaciones y audios comprometedores. Estos apuntan contra el actual director del certamen, Raúl Rocha. En estos registros, Rocha habría reconocido que impulsó la victoria de México por motivos estratégicos para la marca. Esto, pese a cuestionar internamente el desempeño escénico de Bosch.
“Tengo una grabación donde Raúl admite que indicó que Venezuela no podía ganar (…) Me dice que México no es la más bonita ni la mejor caminante, pero tenían que hacerla ganar”, señaló Harfouch en redes sociales.
Nexos comerciales
Las denuncias también apuntan a un posible conflicto de interés entre Raúl Rocha y el empresario Bernardo Bosch, padre de la reina. Esto se debe a vínculos comerciales previos en México. Según fuentes vinculadas al caso, existirían temores de que el Congreso de Estados Unidos evalúe abrir una investigación. Esto considerando que la marca Miss Universe pertenece a una compañía norteamericana.
En medio de esta polémica, el propio Rocha reconoció en una entrevista televisiva que evalúa dejar la dirección del certamen. “Estoy considerando pasar la estafeta”, afirmó, atribuyendo su desgaste a los constantes cuestionamientos sobre el proceso de selección y organización del evento.
Otro elemento que generó ruido en el escenario internacional se relaciona con Olivia Yacé, representante de Costa de Marfil. Ella no habría sido considerada para el título debido a problemas de visado en más de 170 países. Esta situación impediría cumplir la gira oficial de la ganadora.
Mientras tanto, Fátima Bosch rechazó de forma pública cualquier intención de renunciar. A través de sus redes sociales, respondió a los ataques que ha recibido:
“Ningún ataque hará que me arrodille, ningún insulto apagará mi propósito”.
Finalmente, Jordi Marti sigue entregando antecedentes del caso tras cubrir directamente las actividades de Miss Universo Tailandia. Allí recogió testimonios y reacciones desde el entorno del certamen, reforzando la magnitud mediática del conflicto.
