El sujeto, a quien formalizaron por atacar a un conserje de 70 años, presentó una querella y alegó que lo drogaron y golpearon antes y después del hecho.
Martín de los Santos, imputado por la agresión al conserje Guillermo Oyarzún, presentó una querella por lesiones graves y amenazas simples. Argumentó que sufrió sumisión química y agresiones en las horas previas y posteriores al incidente ocurrido el 17 de mayo en Vitacura.
Según el escrito, el imputado habría sufrido dos ataques: el primero en el club nocturno Palomino, donde —asegura— perdió el control de sus sentidos tras consumir, sin saberlo, una sustancia psicoactiva. “Comenzó a experimentar una alteración de sus sentidos, con síntomas compatibles con drogas administradas sin su consentimiento”, afirma la querella.
Posteriormente, ya alterado y fuera de sí, salió a la calle buscando ayuda, y en ese estado se habría producido el altercado con el conserje, quien resultó con daños permanentes: pérdida de visión en un ojo y pérdida del olfato, tras una brutal golpiza.
Imputado acusa haber sido drogado
La defensa alega que el comportamiento de De los Santos fue consecuencia directa del supuesto envenenamiento, y que incluso recibió una segunda golpiza al día siguiente, cerca del Centro de Justicia. Esta agresión, según señala, quedó registrada en un video. En él se ve cómo un hombre y una mujer lo atacan con puños, patadas y un objeto metálico, dejándolo con fracturas en las costillas y una fisura en el antebrazo.
“Mi representado, ensangrentado y en shock, debió huir sin ayuda alguna, lo que refleja su total desamparo”, indica el documento judicial, que además acusa una grave omisión por parte de Carabineros, quienes —afirman— no tomaron la denuncia formal.
Además, se denuncia una “exposición mediática injusta” y una seguidilla de amenazas por redes sociales, que han afectado emocionalmente al imputado, al punto de evitar salir en público por miedo a nuevos ataques.
La reformalización se realizará este lunes 23 de junio, donde se solicitará la prisión preventiva de Martín de los Santos.
Por su parte, la familia del conserje exige justicia. “Si mi marido hubiera golpeado a uno de allá de Vitacura, estaría preso. Allá siempre hay una mamita o papito que los salva”, señaló su esposa a 24 Horas.
